Banderas Desplazadas

2023

We foreigners carry our flags deep within. The Biennale Arte 2024 theme Foreigners Everywhere is intrinsically appealing to me as a Cuban immigrant living in the United States. Migrating as a child can be an equally wonderful and traumatizing experience—it often leaves you feeling displaced. This displacement is a common condition of being an immigrant yet we always feel that we take a piece of our motherland wherever we go. From this notion I draw my inspiration for flags as inherent patterns embodied by foreigners, signifying a borderless connection to the land they represent. Flags emblematize nationality but also culture; through birth we inherit their history and become susceptible to the conditions of our natal surroundings. I propose to demonstrate this concept with a collection of paintings and sculptures depicting Cuban balseros (rafters) facing the wrath of the open sea to escape the hardship and misery of living in Cuba. These individuals will be presented as flag forms, tying them to their origins. They are predominantly faceless figures rather identified by means of posture, body parts, and overall body language. As exhibited in the initial sketches, I have primarily focused on illustrating and studying indigenous Taino deity sculptures and Wifredo Lam-inspired body parts. The triangular torso shape is directly drawn from the Taino idol Cemi. The limbs of these displaced individuals are emphasized by overtly large feet as analogies to strong footings in foreign grounds. For the sculptural element I will construct improvised rafts displayed as floating artifacts in small pools of water. With this I hope to bring to light the ingenuity of immigrants willing to risk their lives for a brighter future. As someone previously in this position, I feel obliged to bring to discussion the social and political atrocities that continue to occur in Cuba; to expose the harsh reality and corrupt leadership that has consequently led to an often overlooked diaspora.

Los extranjeros llevamos nuestras banderas muy adentro. El tema de la Biennale Arte 2024 Extranjeros Doquier es intrínsecamente atractivo para mí como inmigrante cubano que vive en los Estados Unidos. Migrar de niño puede ser una experiencia igualmente maravillosa y traumática, a menudo puede hacer que te sientas desplazado. Este desplazamiento es una condición común de ser inmigrante, pero siempre sentimos que llevamos un pedazo de nuestra patria a donde quiera que vayamos. De esta noción me inspiro para las banderas como patrones inherentes encarnados por extranjeros, lo que significa una conexión sin fronteras con la tierra que representan. Las banderas simbolizan la nacionalidad, pero también la cultura; A través del nacimiento heredamos su historia y nos volvemos susceptibles a las condiciones de nuestro entorno natal. Propongo demostrar este concepto con una colección de pinturas y esculturas que representan balseros cubanos frente a la ira del mar abierto para escapar de las dificultades y la miseria de vivir en Cuba. Estos individuos serán presentados como formas de bandera, vinculándolos a sus orígenes. Son predominantemente figuras sin rostro y más bien identificadas por medio de la postura, las partes del cuerpo y el lenguaje corporal en general. Como se muestra en los bocetos iniciales, me he centrado principalmente en ilustrar y estudiar esculturas de deidades indígenas taínas y partes del cuerpo inspiradas en Wifredo Lam. La forma triangular del torso se extrae directamente del ídolo taíno Cemi. Las extremidades de estos individuos desplazados se enfatizan con pies abiertamente grandes como analogías con bases fuertes en terrenos extranjeros. Para el elemento escultórico construiré balsas improvisadas exhibidas como artefactos flotantes en pequeñas piscinas de agua. Con esto espero sacar a la luz el ingenio de los inmigrantes dispuestos a arriesgar sus vidas por un futuro mejor. Como alguien anteriormente en esta posición, me siento obligado a llevar a discusión las atrocidades sociales y políticas que continúan ocurriendo en Cuba, para exponer la dura realidad y el liderazgo corrupto que en consecuencia ha llevado a una diáspora a menudo pasada por alto.